Joe Biden presentó su estrategia contra el COVID-19: todas las personas que lleguen a Estados Unidos deberán presentar un test negativo y hacer cuarentena
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, presentó este jueves su estrategia para enfrentar el COVID-19. En un acto en la Casa Blanca, el mandatario cuestionó duramente el abordaje de su predecesor, Donald Trump, y firmó una serie de decretos para poner en marcha las claves de su plan. Entre ellos se cuentan la necesidad de que aquellos que lleguen al país presenten tests negativos y hagan cuarentena; la orden de montar centros de vacunación a lo largo de todo el territorio -para acelerar la inoculación y llegar al objetivo de administrar 100 millones de dosis en sus primeros 100 días- y el requerimiento de usar mascarillas en jurisdicciones federales.
La exigencia de una prueba previa al abordaje de la nave ya había sido ordenada por el gobierno anterior, pero el aislamiento era sólo una recomendación.
Biden volvió a enfatizar el impacto actual de la pandemia en el país y respaldó su crítica al gobierno anterior con cifras: “No podíamos contar con que el gobierno federal actuara con la velocidad necesaria y vemos las consecuencias de esas fallas: tenemos el 4 por ciento de la población mundial pero el 25 por ciento de los casos confirmados y el 20 por ciento de las muertes”, fustigó.
Y agregó: “Los hospitales se están quedando sin camas, hay comercios que cerraron para siempre. La distribución de la vacuna ha sido terrible hasta ahora”. Según las últimas cifras de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), actualizadas por última vez el miércoles por la mañana, de las casi 36 millones de dosis que han sido distribuídas en el país, se han aplicado poco más de 16,5 millones. Es decir, aproximadamente el 45 por ciento del total.
Dado el escenario actual, Biden advirtió que la situación “va a empeorar antes de mejorar”, al punto que “la cifra de muertes probablemente llegue al medio millón el próximo mes”. No obstante, dijo, “saldremos de esto juntos”. “La ayuda está en camino”, expresó.Biden firma una serie de decretos para afrontar la pandemia de COVID-19. Foto: REUTERS/Jonathan Ernst
La estrategia está plasmada en un documento titulado “Estrategia nacional para la respuesta al COVID-19 y preparación para pandemias”. Ella está dividida en siete puntos principales: Recuperar la confianza del pueblo estadounidense; montar una campaña de vacunación segura, efectiva y exhaustiva; mitigar el avance de la pandemia a través de la expansión del uso de mascarillas, testeos, tratamientos, información, personal de trabajo y estándares de salud pública claros; expansión inmediata de fondos de alivio de emergencia y ejercicio del Acta de Defensa de Producción; garantizar la seguridad de la reapertura de escuelas, comercios y viajes; proteger a aquellos grupos de riesgo; restaurar el liderazgo global de los Estados Unidos.
Restaurar la confianza del pueblo estadounidense
Para lograr el objetivo, la administración se comprometió a “ser transparente y mantener una línea de comunicación abierta con el público y todos los interesados”, incluyendo las autoridades estatales y locales. En concreto, ello implicará “el establecimiento de una estructura de respuesta nacional donde la toma de decisiones esté basada en la ciencia y en la equidad”.
El plan se traducirá en la realización de “informes periódicos basados en la ciencia y a cargo de expertos”, así como la publicación de información sobre indicadores clave. “La administración se encargará de que la información relativa a datos “incluyendo casos, testeos, vacunaciones y admisiones hospitalarias” esté disponible para el público y diseñadores de políticas a nivel federal, estatal y local.
La comunicación al público también llegará a través de campañas de salud pública sobre temas como la necesidad de usar mascarillas, testeos, vacunaciones y la reticencia a aplicarlas.
Montar una campaña de vacunación segura, efectiva y exhaustiva
“El gobierno federal ejecutará una agresiva estrategia de vacunación, enfocándose en las acciones inmediatas necesarias para convertir las vacunas en vacunaciones”, indica un párrafo del documento. En esa línea, el gobierno buscará “mejorar la asignación, distribución, administración y rastreo”. Proveerá fondos a las autoridades “estatales, locales y tribales, así como gobiernos territoriales” y “montará una campaña sin precedentes para generar confianza en las vacunaciones y comunique la importancia de las medidas de salud pública como el uso de mascarillas, la distancia física, los testeos y el rastreo de casos aún cuando las personas reciben las vacunas.
Con respecto a la vacunación en sí, el plan enfatiza la voluntad de “expandir la producción y compra de vacunas, inclusive a través del Acta de Producción para la Defensa, y la creación de “la cantidad de instalaciones necesarias para que la gente sea vacunada”. “Esto incluye, pero no se limita a centros de vacunación comunitaria manejados por el gobierno federal en lugares como estadios y centros de conferencias, farmacias y comercios”, agrega el plan, que tendrá como prioridad a los grupos de riesgo y buscará incrementar la cantidad de profesionales autorizados a administrar los inmunizantes.
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